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Individual health - particulares
El reto
A los veinte años...
Comía de todo, sin restricciones y mantenía mi peso sin dificultad.
Podia acostarme tarde y al día siguiente rendir en mi trabajo. A menudo me quedaba viendo televisión hasta media noche.
Nunca me dolió la espalda, a pesar de pasar muchos años sentada en un escritorio mientras estudiaba una carrera universitaria y luego en una oficina delante del ordenador.
A los treinta
Después de los embarazos hice dieta y recuperé mi peso anterior, pero comprendí que, para mantenerme, necesitaba hacer ciertos sacrificios y reducir algunos alimentos.
Empecé a hacer ejercicio para ayudarme a controlar el peso y a veces para tener un rato de soledad, lo confieso.
Durante la crianza tuve una pésima higiene del sueño. Dormía con muchas interrupciones, pero no me afectaba en exceso a mi desempeño durante el día.
Compaginar mi trabajo con el cuidado de mis hijos se hizo cada vez más complicado. Carecía de herramientas para gestionar el estrés. Apenas tenía tiempo libre.
A los cuarenta
Me costaba mantenerme en mi peso, incluso sin cometer excesos
La calidad del sueño empeoró, siendo hipersensible a los ruidos, la luz y el estrés. Entré en un círculo vicioso: La falta de sueño afectaba a mi estado de ánimo, a la paciencia con mis hijos y a mis niveles de energía, que se vieron muy mermados.
Practicaba deporte, pero me lesionaba con facilidad. Me cansaba antes, lo que me llevó a reducir las actividades deportivas.
Comencé a tener síntomas de malestar digestivo y de perimenopausia
Finalmente, una pausa profesional me concedió el tiempo necesario para formarme, tomar las riendas de mi salud, descubrir cual es mi propósito vital y enfocarme en alcanzarlo.
Gracias a mi formación como Coach de Salud Integrativa aprendí:
- Que tenía que adaptar mis horarios a mis necesidades de sueño y no al revés.
- Que necesito entrenar la musculatura además de practicar ejercicio cardiovascular.
- A alimentarme con serenidad
- A utilizar la meditación y el autocuidado como herramientas para hacer frente a mis estresores y atender mis emociones.
- A gestionar el tiempo. A identificar los “ladrones de tiempo” y a prescindir de todo aquello que no nutre mi alma ni está alineado con mis objetivos personales y profesionales.
¿Qué hacemos?
Despertar la conciencia
Proporcionar recursos
Acompañar
Enfoque
El coaching siempre empieza con introspección.
Para ayudarte en el proceso te haré preguntas, muchas preguntas:
- ¿Cómo estás ahora y qué quieres conseguir?
- ¿Qué áreas de tu vida están en desequilibrio y requieren acciones de mejora?
- ¿Puedes hacerlo solo o requieres ayuda profesional?
- Revisa tus hábitos actuales. ¿Cuáles te ayudan a alcanzar tu objetivos y cuáles son un impedimento?
- ¿Qué hábitos te gustaría adquirir? ¿Cuáles te gustaría abandonar?
Diseñaremos juntos un plan de acción, para ir paso a paso. No se puede cambiar todo a la vez
Aprenderás técnicas para favorecer la adherencia a este nuevo estilo de vida que has elegido
Y encontrarás la motivación necesaria para incluir estos nuevos hábitos en tu estilo de vida para siempre.
Beneficios
Autoconocimiento
Energía y ganas de vivir
Mejora del descanso
Resiliencia
Enfoque en lo importante
Mayor capacidad de concentración y desempeño
¿Quieres mejorar tus hábitos?
